jueves, 6 de mayo de 2010

Las manzanas de Ricardo Melchior

Soñé que el Cabildo de Tenerife era un fértil bosque de manzanos acariciados por la honestidad y la alteridad, y alimentados por el profundo respeto a la herencia de la naturaleza. Al entrar, una azafata de ojos irisados, me indicó los lugares a visitar, salvo la zona oscura, llamada RH, donde se encontraban los manzanos manipulados. No hice caso de la advertencia y me acerqué. El agradable aroma a eterna primavera, que me acompañaba, se espesó, volviéndose repelente. Había llegado al - Área de Confusión Mental -, habitada por un influyente político, que giraba sobre sí mismo, murmurando repetidamente: “Si este dinero no viene destinado a proyectos ferroviarios en Canarias, se destinará a fines similares en otros territorios”.
Dolorosa declaración, cuando se reducen los recursos para los servicios públicos, tan necesarios, como la Educación, la Sanidad y los Servicios Sociales. Se incumple la Ley de Dependencia. Según el presidente de la Asociación Estatal de Directores y Gerentes en Servicios Sociales, “Canarias es la comunidad que peor ha desarrollado la ley en todos sus parámetros… Por cada persona en situación de dependencia que atiende, no sólo no realiza aportación alguna, sino que obtiene superávit por el exceso de financiación estatal… Como no da el servicio a todos los dependientes, no se gasta el dinero que recibe”.
Me preocupé por el estado de aquel hombre, un trabajador de la política, ofuscado, alterado y especialista en beneficios económicos.
Mientras le observaba, recordé su visión de los trenes del Norte y del Sur, y sus inquietantes palabras: “Los grandes proyectos públicos, aquellos que requieren un elevado esfuerzo inversor y pueda ocasionar al ciudadano un trastorno pasajero durante su ejecución, provocan por lo general una controversia que en muchas ocasiones alcanza niveles de acritud ciertamente nada deseables.
Son muchos los que, movidos por diferentes razones, las más de las veces ligadas al interés partidario, se muestran renuentes a dar su apoyo a obras que están concebidas para beneficiar a la sociedad, y, entonces, hacen de la crítica gratuita un arma con la que intentar desacreditar al autor de la propuesta.”
Comprendí su menosprecio por los proyectos de los dos urgentes hospitales comarcales, los retrasos se deben a sus modificaciones millonarias, a estimulantes brindis con negocios privados, y, por supuesto, a los intereses partidarios, que buscan convencer o imponer sus proyectos, sus opiniones, y sus intereses particulares.
Con un presupuesto inicial de 17 millones en 2000, hemos alcanzado en el 2010, los 62 millones, cifra irrisoria frente a los más de 2800 millones de euros, casi medio billón de pesetas, del sueño ferroviario, y su mantenimiento.
Recordé, sus falsas afirmaciones:" Las obras que corresponden al Cabildo de Tenerife son, por ejemplo, los centros sociosanitarios del Norte y del Sur que entrarán en funcionamiento, primero el del Norte, a finales del primer trimestre de 2009 y el del Sur a finales de 2009, espero… De estos proyectos se habla desde hace diez años, el Cabildo tiene prisa, y los ayuntamientos, pero más los ciudadanos”.
Nietzsche, en - Humano, demasiado humano -, nos explica que “el mentiroso utiliza las legislaciones válidas, las palabras, para hacer aparecer lo irreal como real”.
Si el corazón de estos proyectos no sufre más infartos, los hospitales estarán operativos en junio de 2012, ha confirmado el director del Servicio Canario de Salud.
¿Qué espera Ricardo, este intelecto, Melchior, presidente de egos? La respuesta la encontramos en otra de sus múltiples declaraciones: “Tener una movilidad que sea lo más sostenible, que ocupe el menor territorio posible, que sea a su vez lo más seguro, barato, rápido y lo menos contaminante, son los grandes objetivos dentro de lo que es movilidad en nuestro territorio”.
Sus trenes veloces muestran graves costes ambientales, financieros y territoriales.
Si duplicamos la velocidad, estamos cuadriplicando el gasto energético. No olvidemos que somos expertos en Cero Energético.
Ciertamente su descaro verbal no tiene límites. En mayo de 2007, en plena campaña electoral, acudió a un encuentro entre 300 empresarios y Hermógenes Pérez, para apoyar la iniciativa de éste: Coronar a Tacoronte como capital comarcal.
Entre aplausos y sonrisas, tomó la palabra: “Para una ciudad – campo, como la que quiere Hermógenes para Tacoronte, el Cabildo gobernado por CC PNC sumará, entre otros, dos grandes proyectos: uno será el tren de alta velocidad, que traerá turistas desde el Sur en sólo 28 minutos para conocer, disfrutar y comprar en Tacoronte”. El otro, “hacer de Tacoronte la ciudad donde puedan venir personalidades de todo el mundo y que han escogido Tenerife como su residencia tras la jubilación”.
La luz de mi sueño comenzó a debilitarse hasta quedarme a oscuras. Un frío de pesadilla atravesó mi frente, cuando se iluminaron los manzanos manipulados. Aquel prohombre se había transformado en un jefe de estación, moviendo con destreza un banderín rojo.
Terminada su exhibición, cogió tres manzanas y se acercó. Me explicó que cada manzana, tenía un sabor ferroviario político. Las probé, y efectivamente, sabían a PP, a PSC-PSOE y a CC. Tres discursos políticos, que acentúan la opción de los trenes. Tres Medio Ambientes, que predican el Desarrollo Sostenible, alterando la naturaleza, expropiando cientos de casas, fincas y el vivir de sus moradores.
¡Qué lástima!, que los tres grandes partidos políticos, desestimen el vivir con responsabilidad, y desoigan las palabras de Cesar Manrique: “El primero de nuestros bienes culturales es la naturaleza, es el espacio donde vivimos. Este es nuestro mejor patrimonio, tantas veces destruido y machacado por el torpe egoísmo de unos muchos, sin una visión clara de futuro, desde la insolidaridad y la falta de interés por lo que es de todos”.
Certeras palabras de un hombre incómodo para ciertos políticos y empresarios.
En el decimo quinto aniversario de su muerte, el director de la Fundación César Manrique, Fernando Gómez Aguilera, comentó: “Qué lejos están las declaraciones de políticos que destacaban la continuidad de su obra y su pensamiento en la defensa del territorio”.
El Área de Confusión Mental donde nos encontrábamos, fue invadida por un grupo de turistas molestos con su guía. Efectivamente, tuve una disolución de conciencia, los inquietos turistas, eran los alcaldes del Norte de Tenerife y su asediado guía, el Consejero insular de Economía y Competitividad, Carlos Alonso. Los alcaldes insistían en la modificación del trazado del tren del Norte, sugiriendo paradas en todos los municipios y más túneles, mientras que el Consejero, les recordaba que las actas de las reuniones con el Metropolitano en 2009, sobre el trazado del Tren del Norte, estaban publicadas en el Avance del Plan Territorial Especial de Infraestructuras del Tren del Norte, capítulo 3, - Evaluación de alternativas - .
En cuanto a los túneles, les señaló que, “alrededor del 50% del trazado va en túneles y falsos túneles, por lo que no sería viable seguir planteando más tramos bajo tierra. No podemos construir un metro”.
Carlos Alonso se acercó al jefe de estación, para que interpelara por él. El jefe de estación se quitó la gorra, y convirtiéndose en Ricardo Melchior, les advirtió: “No podemos poner paradas en cada municipio… En ningún caso puede haber una parada a menos de 10 kilómetros de la otra”.
En el Avance, se recomiendan 6 estaciones, “ya que la distancia óptima entre ellas se sitúa entre 5 y 8 kilómetros. Una parada adicional significaría un descenso significativo en la creación de demanda debido al aumento en los tiempos de recorrido”.
Por un instante pensé que los alcaldes negaban la viabilidad del tren, presentando alegaciones. Pero dichas alegaciones solicitaban nuevos trazados. Con sonrisa de romería, Ricardo Melchior los tranquilizó: “Lo que sí tiene sentido es que ese nodo de transporte esté cubierto adecuadamente con guaguas, taxis y un aparcamiento que permita con el mismo ticket con el que pagas subir al tren”. Aquellas tóxicas palabras anularon el sentido común de los demandantes. Ricardo Melchior y el Consejero, volvieron a estrecharles la mano.
De repente, las manzanas manipuladas se encendieron, y se escuchó por megafonía: “El Estado excluye del Plan Extraordinario de Infraestructuras, el Tren del Norte y del Sur”. Una de las manzanas tomó forma humana y se acercó al grupo. Era Manuel Domínguez, diputado del PP por la isla de Tenerife, quién con voz tormentosa se expresó: “Ya es hora que las corporaciones locales norteñas de Tenerife plantemos cara al unísono y mostremos nuestro más absoluto rechazo a esta decisión que nos vuelve a dejar a la cola de las inversiones”.
No supe cual fue la reacción de los alcaldes, porque me desperté sobresaltado.
El paisaje de Ricardo Melchior, posee una especial característica, el hormigón: Vía Exterior, Vía de Cornisa, Anillo Insular… Su conciencia sostenible no aprueba a quienes se atreven a pensar de otra manera. Sus estudios de ingeniería industrial y el ser Miembro de la Agencia Europea de Energías Renovables, le transportan a un conocimiento de profunda reflexión sobre el impacto ambiental: “Si no haces los trenes, es mayor, porque no podemos dejar aislado el Norte del Sur. Habría que hacer más carreteras. Para los pasajeros que mueve un tren haría falta una carretera de diez carriles en cada dirección… Desde el punto de vista territorial es el transporte público que menos territorio ocupa, es el transporte sostenible definido por la propia UE, es el que más gente transporta al mismo tiempo y el que menos contamina. Necesitamos acercar el Sur al Norte y el Este al Oeste, donde está la demanda de trabajo. Sería un salto adelante en nuestra isla”.
El Presidente del Cabildo de Tenerife tiene la fórmula magistral: “Estoy convencido que con el anillo ferroviario la isla tendrá pleno empleo”.
Cuidado con sus ingredientes, leamos con atención el prospecto.
El tren del Norte permitirá mejor movilidad y fomentará el desarrollo económico del Norte. Este ingrediente favorecerá el área metropolitana y marginará la comarca de Acentejo. El 42% de sus habitantes trabaja en el área metropolitana y el 15% en el Valle de la Orotava, es decir, el trazado del ferrocarril promoverá la movilidad más que la accesibilidad.
Ramón Fernández Durán, Ingeniero de Caminos y Urbanista, en su análisis crítico de las políticas de Transporte de la UE y del Estado español, sugiere que, “se deberían impulsar sistemas económicos más autocentrados (justo lo contrario que genera la globalización económica y el proyecto europeo), reconstruyendo las economías locales y regionales, bien adaptados a los condicionantes ecológicos, que redujeran la necesidad de transporte a larga distancia. Así como estructuras territoriales y urbanas que posibilitaran la disminución de la movilidad forzada no deseada, creando proximidad y cercanía en los planos económico, social y personal”.
Otro de los ingredientes es el pleno empleo, un ingrediente con un alto contenido de amnesia. Canarias se inunda de desempleo, es la Comunidad Autónoma con la mayor tasa de paro, un 27’68%, y un 24% de los hogares canarios según el VI Informe de la Fundación FOESSA, se encuentran por debajo de la pobreza.
El Catedrático de Economía Aplicada de la Universidad Rey Juan Carlos, Luis Ayala, indica que, “la desigualdad en Canarias es muy fuerte porque el crecimiento económico se ha repartido menos entre los grupos de rentas más bajas… Las sociedades que dejan que una parte de su población permanezca en la pobreza son sociedades vulnerables”.
El brebaje contiene una considerable adición a los beneficios económicos de unos pocos.
El tren del Norte es una apuesta por el desarrollismo (producir más, consumir más), lejos de preservar los recursos naturales del mañana sin sacrificar el crecimiento de hoy. Su eficacia y eficiencia sólo restará un 4% de los desplazamientos en vehículo privado.
Su trazado lineal, amenaza el territorio rural. Apenas está cultivado el 10% de la superficie. En el apartado, - Otros efectos sobre el territorio rural -, afirma el PTEOI: “A la destrucción de suelo agrícola, que supone una disminución de la base de los recursos de la isla, se añade el efecto de pérdida de rentabilidad de las explotaciones seccionadas por el trazado, con riesgo de desaparición en algún caso, efecto que se palía mediante un adecuado justiprecio en las expropiaciones”.
Si Ricardo Melchior ama y lucha por el territorio canario, lo repite en sus entrevistas y mítines: “Para nosotros lo más importante es la defensa de nuestra tierra… por la que todos luchamos y queremos esta tierra” ¿Qué esconde bajo su sombrero de mago profesional, para imponer este proyecto invasor?
Respetemos esta tierra aún palpitante de belleza. Frenemos esta corriente dominante de modelos agresivos con el Medio Ambiente que confunden, creando graves incertidumbres a las personas. Impulsemos propuestas de desarrollo como el de la Titular de la Cátedra UNESCO de Educación Ambiental y Desarrollo Sostenible, María Novo: “El desarrollo sostenible no debe ser una meta, sino una forma de vida… El desarrollo implica fundamentalmente una ordenación (o reordenación) de los valores y de los criterios que han de regir el uso y de los recursos y el acceso a los mismos en condiciones de equidad”.
El Ministro de Fomento, José Blanco, no dudó ante Ricardo Melchior, al afirmar que, “la implantación del ferrocarril es sinónimo de progreso, mejora de calidad de vida y de desarrollo sostenible”.
Cuando se habla de desarrollo sostenible, éste debe estar centrado fundamentalmente en las personas. En cuanto a la calidad de vida es fundamental referirse a las necesidades sociales y las carencias, tan abundantes en Tenerife como en el resto de las islas.
Un buen gobierno, prioriza las necesidades de la población y la gente participa en la toma de decisiones. Hoy por hoy, estamos lejos de conseguirlo.
En opinión de Richard Heinberg, uno de los máximos expertos mundiales en energía, “Tenemos que pasar de maximizar la producción y el beneficio a maximizar la calidad de vida y la felicidad…Todos tendremos que poner de nuestra parte. Debemos diseñar un modelo de vida más sostenible, más local, más lento y más feliz. Y eso significa poner más énfasis en la cultura, el arte y la educación. Hay que embarcar a los niños en la dura tarea de cambiar nuestra sociedad”.
Quizás, cuando el uso de las energías renovables sea algo cotidiano y sencillo en nuestras vidas, apostaremos por trenes como el Interstate Traveler que conseguirá desplazarse por levitación magnética, con la luz del sol y el hidrógeno como únicas fuentes de energía.
Jesús Ramos

1 comentario:

  1. CUANTO COMPLEJO Y CUANTA FRUSTRACIÓN DETRÁS DE TANTAS LETRAS Y RETÓRICAS, NO ES MAS QUE UNA MANIPULACIÓN MAYOR QUE LAS QUE ELLOS HACEN!! QUE VERGUENZA!!

    ResponderEliminar