http://www.canariassocial.com/opinion/item/12902-las-obras-p%C3%BAblicas-del-tercer-mundo
Parece de locos, pero es así. En esta isla donde vivimos, los políticos que gestionan el gobierno insular y autonómico, siguen recortando gastos en ciertos servicios sociales mientras derrochan dinero en obras totalmente innecesarias.
En un momento en el que muchos ayuntamientos del Norte de Tenerife han expresado públicamente su rechazo al proyecto de Tren del Norte por su elevado coste, su poca utilidad y su gran impacto ecológico, patrimonial y social, seguimos asistiendo a intentos de sacar adelante los proyectos de trenes insulares en las islas capitalinas.
No importa que se hayan derrochado 1,5 millones de euros en un proyecto de tren convencional para después ignorarlo y sustituirlo por otro proyecto nuevo de alta velocidad, cuyo estudio de viabilidad supone otro millón de euros extraído del erario público.
No importa al parecer que los estudios contenidos en los propios proyectos ferroviarios reconozcan la no viabilidad económica de los trenes en un plazo de 20 años o su falta de capacidad para disuadir del uso del vehículo privado.
No importa que distintos estudios económicos hayan constatado la mayor viabilidad de un carril exclusivo de guaguas y taxi en las autovías y la mejora de líneas e incentivación del uso de la guagua como mejores medidas para agilizar el tráfico en los entornos periurbanos.
Lo más ofensivo si cabe es ver cómo mientras se derrochan estas cantidades de dinero público, se nos comunica al mismo tiempo que se cierra una planta del Hospital Universitario por falta de personal, o que los colegios públicos deberán mezclar en aulas mixtas a los alumnos de educación infantil y primaria, bajo el pretexto de ahorrar gastos.
Mientras tengamos este tipo de gestores públicos y nuestra población siga creyendo su mensaje, estaremos abocados a sufrir todo tipo de atropellos presupuestarios. Bajo el mensaje nacionalista y la promesa de idílicas recuperaciones económicas y laborales mediante las obras públicas, se arrastran masas de votantes desesperados, al estilo de lo profetizado en su día por Ortega y Gasset en su "Rebelión de las Masas", donde el individuo, incapaz de analizar sus propias carencias y falto de iniciativa, solamente encuentra la felicidad en su inserción en la propia masa, en la que se mimetiza y se siente normal.
Esta "normalidad" hoy nos dice que hay que instalar trenes aunque no podamos usarlos, o que dejemos de ir a los hospitales públicos porque los privados están mucho mejor.
¿Qué sorpresas nos deparará el mañana con tamaños gestores políticos en el poder?
Rafael González Martín es geógrafo y miembro de Alternativa Sí se Puede
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Sólo tengo una pregunta muy sencilla, puedes por favor argumentar con datos detallados en donde se han gastado los 2.5 millones de euros???
ResponderEliminarPorque claro, ganarían credibilidad en lo que dicen, de esta manera tengo mis dudas razonables en todo lo que leo.
Yo particularmente, apoyo al tren, creo que los usuarios tenemos derecho a otras alternativas y para nada creo que le quite mercado a la guagua, simplemente se complementan y hay mucha gente que lo quiere y lo apoya, entendiendo por supuesto y con todo el respeto a lo que significa para los afectados, pero probablemente estos mismos afectados circulan por una autopista donde en su día habían casas y otros afectados. Saludos
Como podrá observar esta información es copia de la publicada en www.canariassocial.com, cuyo enlace figura en el encabezado del artículo. De todas formas si desea información detallada, podría solicitar a Metropolitano y al Cabildo que nos digan a todos cuál ha sido el importe abonado para realizar los estudios y proyectos realizados hasta la fecha, cuando el primero sufrió un cambio en el 75% de su redacción, el segundo aún no sabemos si será definitivo y el del Transrapid ha sido una broma de mal gusto que nos toca pagar entre todos.
ResponderEliminarSaludos
Bueno, el problema es, como dice D. Rafael González, no la construcción o no del tren, sino el uso que se le a los recursos públicos. El decir en la situación actual “yo particularmente, apoyo el tren…” tendría que venir acompañado de una justificación de su costo, tanto económico (¿2000, 3000, 4000…? Millones) como social (expropiaciones, sufrimiento para muchas personas…). Lo que le hace falta al Norte es desarrollo local, con mejores servicios para el turismo que, al fin y al cabo, es nuestra principal y casi única industria. Esos mejores servicios no se consiguen con un tren que sólo valdría para mover a ese turismo hacia Santa Cruz (a ver si nos vamos dando cuenta). Que algún alcalde del norte defienda como cosa propia la instalación de un tren sólo demuestra lo alejado que está de los intereses de sus electores. Por una fracción del coste, se puede construir de una vez ese famoso puerto deportivo, llevar a cabo las actuaciones necesarias en el Rincón, mejorar la zona costera en Los Realejos y otro sinfín de pequeñas y grandes cosas que permitan atraer ese turismo del que todos hablan, pero nadie ha visto.
ResponderEliminarRespecto a la movilidad, lo que nos hace falta para poder desarrollar ese turismo que queremos es un servicio que comunique perfectamente todas las poblaciones del Norte, para que ese matrimonio que pernocta en el Puerto pueda ir a comer a Santa Úrsula, merendar en la Orotava y volver a una estación de guaguas decentes en el Puerto. Vaya usted a la “estación” de guaguas que hay en el Puerto e intente localizar los planos con las líneas, sus horarios, enlaces… y búsquelo también en Inglés, Alemán… Todo eso nos hace más falta que una vía rápida a Santa Cruz (que favorecería al fin y al cabo a los que trabajan allí, y poco más).
Si quiere, échele un vistazo a este artículo http://politikon.es/materiasgrises/2011/09/08/de-la-racionalidad-economica-del-ferrocarril/ . Como ahí se detalla: “Por un lado, la habitual aserción que sirven para “equilibrar el territorio” resulta ser una ficción, ya que las LAV tienden a aumentar la ventaja comparativa de los nodos centrales, no de la periferia. Por otro, dicen que la infraestructura en sí es horriblemente cara, y que hay alternativas más baratas y eficaces en casi todos los casos.” Y que conste que el autor los justifica en algunos casos, pero seguro que no lo haría para un recorrido de poco más de 30 ó 40 Km.
Entiendo que hablar con propiedad de un tema es muy difícil, hay que documentarse extensamente y la mayoría de los que comentamos las cosas no lo hemos hecho. Lo que no somos es tontos, y todavía estoy esperando que alguien nos explique qué va a aportar esta obra al desarrollo económico del Norte (y no vale lo de dar empleo a toda esa mano de obra que se ha quedado en paro en la construcción, puesto que se pueden construir otras cosas con mayor rentabilidad posterior).
Por cierto (y hablo de memoria)... (ya no, lo miré en la documentación del Cabildo), si el tren va a mover el 4% del transporte y casi el 4% de la gente que se desplaza es por motivos médicos ¿no saldría más barato y cómodo dotar a esta zona de instalaciones diagnósticas y de tratamiento adecuadas para que sólo los casos realmente importantes tuviesen que ser derivados al Hospital Universitario?).
Perdonen por el tocho.
Saludos.